El Puente de Carlos es un símbolo de la ciudad de Praga y un punto de reunión tanto para locales como para turistas.
Mide unos de 500 metros de largo y 10 de ancho, el Puente de Carlos tuvo en su día 4 carriles destinados al paso de carruajes. Actualmente es peatonal y no pueden cruzarlo ni autos ni motos.
Historia
Antes dell Puente de Carlos en el mismo lugar se encontraba el Puente de Judith entre finales del s.XII y 1342, año en que fue derribado por una inundación.
Para sustituir al antiguo puente románico, el emperador Carlos IV contó con el arquitecto Peter Parler, quien ya dirigía la construcción de la Catedral de San Vito.
El propio emperador colocó la primera piedra en julio de 1357, aunque las obras no finalizarían hasta 1402.
Durante más de cuatro siglos este puente fue la única conexión entre las dos orillas del Moldava, así que su resistencia era de vital importancia.
Desde 1992 forma parte del conjunto histórico de Praga declarado Patrimonio de la Humanidad.
Galería al aire libre
Al Puente de Carlos puedes entrar por la parte de la Ciudad Vieja o Malá Strana.
La entrada desde la Ciudad Vieja es custodiada por la Torre de la Cuidad Vieja que con su decoración de piedra figura entre las torres más hermosas del mundo.
Un poco de suerte
Entre las 30 estatuas del Puente de Carlos destaca principalmente la de San Juan Nepomuceno, donde no debes olvidar tocar el relieve de bronce a sus pies. Así te aseguras de llevar contigo un poco de la suerte praguense.
Esta estatua no se encuentra aquí de casualidad, sino que fue precisamente en el Puente de Carlos desde donde fue arrojado al río Moldava el cuerpo de este santo.
La leyenda cuenta que San Juan Nepomuceno no quiso revelar al rey los secretos de confesión de la reina y por eso fue torturado hasta la muerte.
En la otra punta concluyen el puente las dos torres góticas de Malá Strana que forman parte de los millones de fotografías que se llevan anualmente los visitantes de Praga.
Cómo llegar
A pie
El Puente de Carlos está a menos de 10 minutos andando de la Plaza de la Ciudad Vieja.
Hay 2 paradas de tranvía a menos de 300 metros. La más cercana se encuentra al sur: Karlovy lázně y paran los tranvías 2, 14, 17, 18 y 53.
Al norte se encuentra Staroměstská y paran el 1, 2, 14, 17, 18, 25 y 53. Por su frecuencia de paso y facilidad de uso fue el transporte que más utilizamos.
En la parada de Staroměstská se detiene el bus 194.
Metro. Staroměstská también dispone de parada de metro (línea A).
Si vas a llegar por el lado de Malá Strana, lo ideal es tomar el tranvía (1, 7, 11, 12, 15, 20, 22, 23, 25, 41, 57) hasta la plaza Malostranské náměstí, donde también para el bus nº192.
Algo más al norte se encuentra la parada de Malostranská, con numerosos tranvías, bus y metro (desde ahí se suele acceder al Castillo a pie, por cierto).