Todo comenzo en Praga cuando se construyó el castillo. La historia de la ciudad esta unida a este conjunto de antiguos palacios, edificaciones eclesiásticas, jardines y pintorescos rincones. Es que el castillo, en realidad es una mini praga.
Su fundación se remonta al siglo IX, ocupa unas 45 hetáreasy ha sido residencia de los príncipes, reyes y emperadores de Bohemia y a partir de la constitución de la república en 1918 también residencia de presidentes.
En 1962 el Castillo de Praga con sus hallazgos arqueológicos fue declarado patrimonio cultural nacional No. 1 como el lugar más importante de la historia checa.
La visita al Castillo de Praga tiene que incluir un paseo por el Callejón del Oro. Esta pequeña calle se encuentra junto a la muralla, tiene un encanto especial.
Las casitas miniaturas de colores según las leyendas fueron habitadas por los alquimistas que trabajaban para el emperador Rodolfo II, quien anhelaba descubrir la mítica pócima de la juventud, al igual que la Piedra de los Sabios.
Si dudas, la casa número 22 es la más especial, ya que en ella vivió Franz Kafka. Y ya que mencionamos al gran escritor checo, es imperdible una visita a su museo.
Con una importante historia y un notable valor artístico, la Catedral de San Vito es el símbolo de Praga y de toda la República Checa.
Creado en el siglo IX como un primitivo palacio de madera, el antiguo palacio sufrió importantes cambios hasta convertirse en el impresionante edificio que se conserva en la actualidad.
Fundada en el año 920, la antigua basílica fue ampliada en el 973 con la construcción del convento, que en la actualidad acoge la colección de arte bohemio del siglo XIX de la Galería Nacional de Praga.
Los museos del Castillo de Praga son otro de los grandes atractivos. Podemos apreciar obras de los grandes maestros como Tiziano o Rubens.
El Museo del Juguete resulta ideal si hacemos una visita con niños.
Torre de la Pólvora.
La Torre de la Pólvora, con sus cañones que se encontraban aquí, antiguamente, formaba parte del sistema de fortificación.
El laboratorio alquimista estaba ubicado en ella durante la época del emperador Rodolfo II (Rudolf II.). Actualmente usted encontrará aquí la exposición permanente dedicada a la Guardia del Castillo.
Los interiores de las caballerizas del emperador Rodolfo II (Rudolf II.) fueron adaptadas en el siglo XX para las exposiciones y actualmente pertenecen a las galerías más modernas.
Dentro del complejo hay más de 10 jardines y huertas.
El Jardín Real, el más importante, fue creado en 1534 por orden del rey Ferdinando I, quien compró los antiguos viñedos que rodeaba el palacio. Además de albergar muchas especies exóticas, en el jardín se levantan varios pabellones como el Salón de Baile y el Palacio Real de Verano.
A partir del siglo XIX fue remodelado al estilo jardín inglés, aunque conserva elementos renacentistas y barrocos. Se puede acceder al jardín por cuatro puertas.
Torre Daliborka: Famosa cárcel de la ciudad que en sus comienzos albergaba a los miembros de la nobleza, pero que más tarde pasó a convertirse en una prisión más común.
Torre Negra: Conocida bajo ese nombre debido a un incendio que la dejó ennegrecida, esta torre funcionó como prisión para los deudores, presos que contaban con numerosos privilegios.
Torre Blanca: Torre utilizada como prisión para los miembros de la nobleza.
Torre de la Pólvora: Construida en el siglo XV como parte de la fortificación del castillo, esta torre terminó convertida en el laboratorio de los alquimistas del rey Rodolfo II.
El área en que se encuentra recibe el nombre de Hradcany y recorrer sus calles es tan interesante como la propia visita al castillo.
Visita imprescindible de Praga. A partir de las 17 la visita a la calle del Oro es gratuita, eso sí esperad público a espuertas. Desde la Torre de la catedral hay muy buenas vistas si quieres subir 300 escalones y pagar por ello, eso sí, con las verjas no se pueden hacer buenas panorámicas por lo que es mejor subir al parque en teleférico. Dentro hay puestos de comida para salir del paso. Recomendable ver el atardecer.
Como punto de inicio recomendamos la estación de metro Malostranská (línea A), que está situada justo debajo del Castillo de Praga.
Desde allí, subirás por Old Castle Stairway (Staré zamecké schody) directamente hasta la puerta del castillo.
Otra opción recomendada es desde Lesser Town (Mala Strana), a través de Nerudova Street: un paseo un poco empinado también.
El tranvía (número 22) hasta la colina, con parada en Pražský Hrad.
Královský letohrádek (Belveder): empieza con el Royal Garden (Jardín Real), Belveder y Ballgame Hall, luego cruza el puente Deer Moat, hasta llegar a Second Courtyard. El Royal Garden y Deer Moat están cerrados de noviembre a marzo.
Pohorelec: camina hasta el Castillo a través de Hradcany y llegarás a la entrada principal.
Desde noviembre hasta marzo: todos los días de 6:00 a 23:00 horas. Monumentos de 9:00 a 16:00 horas.
Desde abril hasta octubre: todos los días de 5:00 a 00:00 horas. Monumentos de 9:00 a 18:00 horas.
Adultos: 250 o 350CZK (dependiendo de la duración del tour).
Menores de 16 años, mayores de 65 y estudiantes menores de 26: 125 o 175CZK.
Prague Card: entrada gratuita.
Para tener un detalle de todos los precios y distintas opciones de tours, consultar el PDF oficial.