Casa danzante de Praga

Este edificio contruído entre 1992 y 1996 se ha convertido rápidamente en una de las atracciones de la ciudad. El edificio se encuentra en la calle Resslova Street, en la orilla derecha del Vltava.

La intención era crear un edificio emblemático en Praga, entonces se contrató a los arquitectos Frank Gehry y V. Milunic para desarrollar el proyecto, concediéndole un presupuesto casi ilimitado y total libertad artística.
La Casa Danzante  está inspirada en Ginger Rogers y Fred Astaire, mítica pareja cinematográfica  de las comedias musicales.



El Edificio

El edificio esta formado por dos bloques.  El primero de ellos está fabricado a base de cristal y se encuentra erigido sobre columnas curvas. La característica más llamativa de este bloque es que a mitad de altura la estructura se estrecha del mismo modo que un bailarín rodearía la cintura de su compañera de baile. Es en esta zona donde se encuentra la terraza del edificio.
El segundo cuerpo de la construcción está formado por curvas ondulantes y ventanas distribuidas siguiendo esta corriente curvilínea, de manera que la Casa Danzante parece estar en continuo movimiento. Además, los arquitectos proporcionaron a la estructura un punto tridimensional, gracias al efecto que producen los marcos salientes de las ventanas.
Por otra parte, sobre el edificio de más de 5.000 metros cuadrados, y como viene siendo habitual en las construcciones de Praga, encontraremos en su zona superior una cúpula. La escultura está formada por tiras metálicas entrelazadas entre sí que forman una media circunferencia, cual guinda en un pastel.
La Dancing House dispone de ocho plantas. En la planta baja del edificio encontraremos un café donde sentarnos a contemplar el río Moldava y varias tiendas en las que podremos comprarnos algún capricho.
Desde la segunda hasta la séptima planta se ubica la sede de las oficinas nacionales holandesas y en el último piso se sitúa un restaurante desde donde podremos disfrutar de una privilegiada vista de la ciudad checa.

Visitar la Casa Danzante

Visitar la Casa Danzante por dentro no es posible, ya que actualmente está totalmente ocupada por oficinas. Lo que sí puedes hacer es cenar en el restaurante que ocupa el último piso y cuenta con unas vistas de Praga increíbles.